viernes, 12 de agosto de 2011

Acuerdo de Vida en Pareja AVP

Muchas personas piensan que el Acuerdo de Vida en Pareja –AVP,  es una manera de avanzar en la ampliación del acceso al ejercicio de derechos de lesbianas, trans, gays, bisexuales. Para nosotras no. Las siguientes líneas recogen algo de lo que este grupo de lesbianas feministas ha pensado al respecto.


Cosillas generales sobre el AVP

Hay cuestiones no menores en el proceso que acompañó la presentación del AVP. Por un lado está su masculinidad galopante, pues no porque se dirija a hablar de la comunidad LTGB incorpora en realidad las necesidades y/o miradas de cada identidad. De hecho fue denunciada la molestia pública de compañeras lesbianas que no fueron parte del proceso y de las instituciones y activistas que se autodenominan como históricas para iluminar la juventud de los otros implicados en las lides de la política de la diversidad sexual.

En ese escenario más que la juventud de los otros implicados y la operación de élites políticas- que es lo que sustentó la denuncia de los grupos mencionados y es algo con lo que estamos completamente de acuerdo- enfatizamos la noción de sujeto que late en el AVP: un sujeto gay liberal, clase media, urbano en donde proliferan discursos racionalistas en torno a la familia y los afectos. Si pensamos en cómo opera la exclusión, un ejercicio sencillo nos sirve para ver quien queda afuera de esta noción de sujeto:

Imaginen a un gay que adhiere al APV. ¿Cómo lo imaginaron?

¿Era pobre?, ¿Tenía VIH?, ¿Era mapuche? (se entiende que es un ejemplo y que la homoeroticidad en los pueblos indígenas dista de la construcción de los sujetos gays occidentales), ¿Era gordo?, ¿Era migrante?

Las respuestas que surgen a estas preguntas alumbran la noción de sujeto de esta propuesta y  releva, porque somos lesbianas feministas, nuestra ausencia y la no relación que existe entre este tipo de proyectos con la construcción de ciudadanía y es que en democracias que lejos están de ser participativas la ciudadanía es aún tarea pública y privilegio de la masculinidad. Lo anterior nos permite indicar lo que ya las lesbianas sabemos hace mucho tiempo: la diversidad sexual o lo que llamamos gobernabilidad LTGB opera bajo lógicas de la masculinidad gay.

En fin, sigamos con el AVP, que se ha defendido como un eslabón en la lucha por la igualdad. El AVP es una figura legal de escasos alcances en el marco de la igualdad. Precisamente lo que no hace es igualar a las personas, pues actúa creando derechos especiales para las parejas de igual sexo. La diferencia entre las categorías “heTERRORsexualidad” y “homosexualidad” se traduce en la defensa asolapada que significa el AVP de las distancias jurídicas que las separan. De otra forma dicho: el AVP es ejemplo de cómo la institución heterosexual se “abuena” y da un poquito más de beneficios jurídicos, reforzándose nuevamente como la institución facultada por su superioridad para hacerlo. Lo indicado sigue inscribiendo a las personas lesbianas, trans, gays, bisexuales en un lugar de menoscabo social.

El AVP o el Acuerdo para “Avispa’os” regula significativamente lo patrimonial de una pareja. En el concepto pareja nos detenemos, pues el AVP está lejos de aceptar que existe una familia allí donde hay dos personas del mismo sexo viviendo o construyendo su futuro juntas. Así los avispa’os es poco lo que pueden aportar al debate de fondo que transgrede la connotación meramente afectiva de la diversidad sexual, por el contrario, casi no existe en los discursos que han dominado la agenda pública al respecto, un debate sobre hegemonía cultural; sobre cómo se construyen las diferencias en los patrimonios a los que pueden acceder gays, lesbianas o trans, entre otros. Así mantenemos todo en el mismo lugar. Así no vale.

Sobre el contexto AVP

El AVP es un momento peack del largo recorrido que los interesados en el matrimonio han realizado en nuestro país. En un momento en que el movimiento social exige y construye sus derechos el gobierno decide dar a conocer a la luz pública el anteproyecto. No consiguieron el efecto esperado: desestabilizar la atención ciudadana de la arbitrariedad de la injusticia social, pero es innegable que existen aspectos en el escenario que acompaña su nacimiento que son significativos.

Si bien y ¡qué bien! que el gobierno no haya logrado minimizar la atención sobre la fuerza de este movimiento ciudadano diverso, sí logró que el debate en torno a AVC sea extremadamente periférico o con cabida exclusiva en los medios masivos, de las posturas fundamentalistas de la derecha. Dichas posturas dan cuenta de los discursos y prácticas de odio que caen sobre lesbianas, sobre la diversidad sexual. Lo anterior, vale decir, es bueno desde la perspectiva del registro que la población puede hacer de la violencia, pero es malo desde el elitismo de los discursos de la diversidad sexual a los cuales se les ha dado y se les dará cabida. Esos discursos sostienen la discriminación.

El AVP en sí mismo no significa que la discriminación y la violencia que afecta a las lesbianas y a otras identidades de la llamada diversidad sexual, sea erradicada una vez que hayan firmado este contrato. El AVP no nos protege de la violencia y de la exclusión. Se puede estar bajo la protección legal que otorga y ser despedida del trabajo, o ser acosada por los discursos y prácticas de odio a la lesbiana. En este contexto es que resulta incoherente que exista AVP, pero no Ley Antidiscriminatoria.

Sin que el Estado sea garante de la no discriminación por orientación sexual e identidad de género es imposible pensar al AVP como un gran avance ¡y es que una Ley Antisdiscriminatoria bien hecha, no como la que discuten a ratos en el parlamento, sancionaría la discriminación entre parejas héteros y parejas homosexuales que plantea el AVP!

Hasta acá lo descrito resguarda la gatopardista afirmación: Cambia poco para que no cambie nada.

Sobre las regulaciones del AVP

Al leer el AVP surgen de inmediato contenidos que consideramos no están abordados y que corresponden al ámbito que este tipo de leyes regula. En las siguientes líneas nos extendemos sobre aquellos que nos parecen relevantes

·         No elimina la discriminación arbitraria del Estado.

·         Las parejas homosexuales siguen teniendo menos derechos que las parejas heterosexuales. Las parejas homosexuales no conforman familia. Existe un desconocimiento asolapado de la familia no hétero. Una pista contundente al respecto es que los casos AVP son abordados por el juzgado de letras y no por el de familia.

·         Al ser el AVP tema de los Juzgados de Letra se establece que no haya ninguna consideración en torno a la violencia intrafamiliar que también es una realidad en las parejas del mismo sexo.

·         No contempla ninguna regla relativa a filiación. La filiación es un vínculo jurídico que se establece entre dos personas en donde una es descendiente de la otra natural o jurídicamente, o sea la filiación alude a la relación entre madres, padres e hijas/os. El AVP no considera que en estas relaciones de pareja puedan existir hijas/os e implícitamente no lo permite, pues no los valida como tales.

·         En lo que se refiere a la herencia el matrimonio el artículo 988 del Código Civil indica que al cónyuge que sobrevive le corresponde el doble de lo que le corresponde a las/os hijas/os. El AVP plantea que “Si hay hijos, el contratante sobreviviente concurre con los hijos llevando una porción de la herencia igual a la que le corresponde a cada hijo”. De este modo vale decir que el AVP reduce los derechos de herencia del cónyuge.

·         LA norma de remisión: “en todas aquellas normas en las cuales se hiciere referencia expresa al conviviente, se entenderá que dicha referencia incorpora también a los contratantes del AVP”. No hace referencia al respeto de la confidencialidad”. Suena contradictorio, pero la violencia social es una realidad que no se modifica si es que el estado no es garante de la no discriminación a través de una buena ley, por lo tanto muchas parejas que no quisieran develar su orientación sexual por las consecuencias familiares, laborales u otras que pudieran tener estarían en riesgo.

·         Sobre lo previsional el AVP indica “En caso que el AVP haya tenido una vigencia mínima de un año y termine por la muerte de una de los partes, corresponderá al contratante sobreviviente recibir una pensión de sobrevivencia, cuyo monto dependerá de la existencia o no de hijos del causante (similar a las reglas actuales)”. El similar que hemos ennegrecido nos indica que no estamos hablando de igualdad jurídica sino de diferencias en el ejercicio de derechos.

·         Para transformarse en avispa’os se tiene que pagar por la escritura. EL AVP otorga un privilegio de pobreza, o sea eliminar ese pago cuando las personas no puedan incurrir en él. El mal funcionamiento del sistema judicial nos hace pensar que esto en la realidad será un  burocrático camino que nos alerta y nos hace recordar como la clase es variable detonante de los afanes de regulación que representa este tipo de proyectos.

Finalmente es importante reiterar que no somos abogadas, pero sí vivimos la violencia por definirnos como lesbianas. Las inconsistencias del AVP son más que las que presentamos, pues este es sólo un ejercicio particular en el camino que transitamos para construir una ciudadanía pluralista radical que no haga brillar una igualdad jurídica allí donde no existe.

Ideas sin Género; Ideas de toda índole-ISIG

jueves, 4 de agosto de 2011

POSICIONAMIENTO DE LESBIANAS POR LA EDUCACION

Ante la intransigencia y la violencia estatal nos manifestamos públicamente frente al derecho que cada chilena posee de manifestarse y de ser constructora del país que desea.
Las lesbianas denunciamos una educación que nos inferioriza y nos excluye. Una educación heteronormativa, es decir, que valora la heterosexualidad como un bien natural, porque es una mala educación.
La educación debe ser un motor transformativo que erradique el machismo, la violencia a las mujeres, la lesbofobia y los malos gobiernos que han tenido en Chile un turno demasiado largo.
La educación debe ser una herramienta que nos permita comprender el mundo de una forma que nos acerque a una vida más humana, solidaria, sororal. Por eso declaramos nuestra firme creencia en una educación no heteronormativa, feminista y radicalmente pluralista, laica, gratuita.
La educación debe mejorar para que este país sea el país que soñamos para nosotras y para toda la gente que sufre por la pobreza y sus impactos.Comencemos participando en la marcha de hoy a las 18:30 y terminemos con una educación de calidad forjada en una nueva Constitución.

Ideas sin Género; Ideas de toda índole
Santiago Agosto 2011

miércoles, 3 de agosto de 2011

TODAS SOMOS LA PEPA!y la SANDRA? TAMBIEN!

Ya se ha iniciado en Argentina el juicio al asesino de Natalia Gaytán. Más menos todas sabemos sobre cómo ocurrieron los hechos: Un asesinato por la espalda- un fusilamiento de mejor manera dicho- porque la Pepa, como le gustaba que le llamaran era la pareja de su hijastra.

Si bien valoramos que el asesinato de la Pepa esté relevando que la causa es la lesbofobia e informe de este modo que la cultura es violenta, discriminatoria cuando se rompen con los códigos obligatorios de la heterosexualidad; nos apena que no sea un caso aislado y que muchas de las discriminaciones que ocurren no sean denunciadas por nosotras las lesbianas, quizás, por haber naturalizado que se pierde más visibilizando una situación que comiéndose la mierda.

Un ejemplo  claro y contingente de lo anterior -ahora que la discusión es el matrimonio y el AVC y bla, bla, bla- es la cantidad de parejas lesbianas que se habían casado en España después de la promulgación de la ley de matrimonio. Estábamos en un conversatorio con la Beatriz Gimeno y ella indicó que serían -en ese momento- unas 300 parejas de gays que se habían casado y unas 3 o 4 parejas de lesbianas (incluidas las líderes lésbicas que estratégicamente lo hicieron), esto- explica la Gimeno frente a las preguntas que se lanzaron- porque l matrimonio visibilizaba la condición lésbica de las contrayentes y eso las dejaba más expuestas a la discriminación ¡Cuack!.

Lo anterior habla de que la violencia, por mucho matrimonio, por mucho que algunas muy valientes hayan denunciado los abusos, no se modifica. Hace unos meses asesinaron a Sandra en Chile en una población del sur metropolitano. La prensa, pese a que en la primera noticia dio cuenta de que era lesbiana para después ocultarlo-tildó el asesinato como producto de la violencia pandillera. Bien supimos que era un asesinato lesbofóbico. Con algunas compas de ISIG nos acercamos al sector en donde ocurrieron los hechos. Allí constatamos los hechos, pero no podíamos trangredir el deseo de la gente que la amaba de mantener en silencio lo ocurrido.

Da rabia. La dictadura heterosexual da mucha rabia.

martes, 28 de junio de 2011

“Salud Lésbica y Bisexual en LAC. Construyendo nuevas realidades”

La Asociación Internacional de Lesbianas, Trans, Gays, Bisexuales, Intersex- ILGA LAC  en el marco de conmemoración del 28 de junio difunde el Informe “Salud Lésbica y Bisexual en LAC. Construyendo nuevas realidades”. El Informe compila las respuestas realizadas por treinta tres activistas lésbicas pertenecientes a distintas agrupaciones políticas de once países de LAC. Estas se manifestaron, en base a sus conocimientos, sobre diversos aspectos relacionados con la salud de lesbianas y bisexuales. El Informe busca construir información respecto de un tema escasamente abordado y ampliamente mencionado como una necesidad de estas comunidades políticas.
“Salud Lésbica y Bisexual en LAC. Construyendo nuevas realidades” recopila diversa información, en donde se cuenta la descripción en torno a los escenarios legislativos en cada país y se revelan las percepciones de las activistas en torno a temas tales como: calidad de la atención a lesbianas y bisexuales, enfermedades que más afectan a lesbianas y bisexuales; prácticas discriminatorias que afectan a lesbianas y bisexuales en centros de salud; ITS que más afectan a lesbianas y bisexuales; centros de salud que otorgan atención especializada a lesbianas y bisexuales, entre otros. Se establece también la existencia de lesbianas y bisexuales viviendo con VIH en distintos países de LAC, lo que alerta sobre la vulnerabilidad que poseen frente al virus, desde su relación con el estigma y discriminación, variable estructural de la epidemia.
La información del Informe se recopiló a través de la elaboración de una encuesta que fue aplicada por distintas activistas latinoamericanas, así como también por activistas que no siendo lesbianas o bisexuales han trabajado sobre este tema. La completación del instrumento, pre testeado en Chile, se realizó virtualmente y contó con el apoyo de la Secretaría Regional Lésbica de ILGA LAC, que se encargó de validar los procedimientos, generar seguimientos de las aplicaciones y validar los contenidos del Informe. Basado en un enfoque integral de la salud lo se posiciona desde el cuestionamiento a la institución heterosexual y las posibilidades que otorga el enfoque de interseccionalidad para analizar la discriminación que afecta a lesbianas y bisexuales. El Informe fue elaborado por Ideas sin Género; ideas de Toda índole- ISIG de manera autogestionada.
Dada la extensión del documento, que ya ha comenzado a difundirse, próximamente se elaborará y difundirá un Informe Ejecutivo que facilite la lectura de la importante información que consigna. Así también se dará a conocer en algún tiempo los resultados obtenidos desde la información entregada por activistas brasileras no incorporadas en esta edición.
Finalmente es válido indicar que este documento viene a llenar vacíos y a abrir nuevas discusiones. Lanzarlo el 28 de junio es emblemático, pues de modo simbólico, este Informe sintetiza una de las luchas que lesbianas y bisexuales realizamos en contra de la violencia que hizo reaccionar a esas primeras voces en Stonewalle.

domingo, 26 de junio de 2011

ISIG EN TOMA!

ISIG está en toma por la Educación. No nos conflictuamos con esta palabra. Estamos en toma, pues nos tomamos el derecho a construir la realidad que queremos.
Esta Toma es abierta y exige cosas sencillas; que probadamente se pueden llevar a cabo:

  • Educación libre, o sea, sin roles de género, gratuita, laica, de calidad;
  • Asamblea Constituyente para una nueva Constitución;
  • Sanción para la prensa que desvirtúa y/u oculta la realidad
  • No más Ley Antiterrorista;
  • Pluralismo radical; sólo allí emerge la diferencia radical que desestabiliza políticas de la igualdad promovidas para unas pocos, por unos pocas que no consideran lo que éstas significan para la reproducción de la realidad excluyente;
  • Políticas de género que no traten exclusivamente la relación de desigualdad entre hombres y una mujeres;

Están todas invitadas a construir de las maneras en que nos plazca. Nosotras por el momento estamos:
  • Finalizando el estudio autogestionado de salud lésbica y bisexual en 11 países de LAC que lanzaremos el 28 de junio
  • Participando activamente de las tomas, paros, ocupaciones;
  • Construyendo ideas para el material educativo no heteronormativo
La toma no nos permite escribir mucho por el momento. Ya se vendrán más reflexiones, recopilación histórica enfatizando la emergencia del conflicto. Sin conflicto no hay transformación.

viernes, 3 de junio de 2011

II ENTREGA HISTORIA MOVIMIENTO LÉSBICO: El Encuentro Lésbico Feminista

En el verano del 2007 se realiza el VII ELFLAC. Ochy Curiel afirma sobre este encuentro que: Saca del letargo al lesbianismo feminista que percibíamos teníamos en la región y lo coloca dentro de un proyecto político autónomo y rebelde contextualizado en la realidad latinoamericana y caribeña atravesada por altos niveles de pobreza y de racismo, de conflictos armados y represión militar, lo cual hace trascender la visión de que el lesbianismo es sólo una práctica sexual diversa”.

En el ELFLAC 2007, se definieron políticas de movilización relacionadas con la conmemoración del trece de octubre como el Día de las Rebeldías Lésbicas en Latinoamérica y El Caribe; se amplió la propuesta política al enunciar en la declaración del encuentro la lucha en contra del neoliberalismo, racismo, clasismo. Incluyó también una marcha por el centro de Santiago que evidenció la ausencia de feministas institucionales y autónomas heterosexuales. Vale decir que en la década 2000 sólo ha existido participación masiva del movimiento feminista a una causa lesbiana en reacción al fallo de la Corte Suprema a Karen Atala. Casos como el de Mayra Espinoza estudiante lesbiana expulsada de su Liceo y graduada apresuradamente una vez que se ordenó que debía culminar sus estudios o el de Sandra Pávez impedida de hacer clases por ser lesbiana- ambos casos presentados a la Corte Interamericana de Derechos Humanos- no desencadenaron la misma reacción.

Lo anterior demuestra, aparte de una escasa vinculación política entre construcciones feministas llamadas institucionales y autónomas- héteros y lésbicas-  un debilitado proceso de gestión de  denuncia de estas últimas. Vale indicar que el caso de Mayra Espinoza movilizó las actuancias lésbicas de la época que prontamente constituyeron el Comité por la No Discriminación. Éste efectuó diversas denuncias vía “funas” de diversos casos de discriminación lésbica en especial a estudiantes de enseñanza media ocurridos entre los años 2003 y 2005. Dicha actuancia, relevantemente lésbica, articulada con otras organizaciones LTGBI no logró generar acciones masivas con apoyo del movimiento feminista, sino hasta el caso de Karen Atala[1].

Los nudos políticos que generan la relación de oposición entre autonomía e institucionalidad se delimitan con claridad en el Encuentro Feminista de Cartagena de  1996 en donde la autonomía - según describe Andrea Franulic en la biografía política de Margarita Pisano: “Se proyecta hacia una cultura distinta a la actual, que construye sus conocimientos fuera de la institucionalidad”. La discusión en Chile en el VII Encuentro Lésbico Feminista estuvo centrada en ella.

Finalizado el aquelarre lesbofeminista la misma Franulic indica: “El eje por medio del cual ELFLAC nos convocó “Pensando autonomía desde una rebeldía cómplice” se congeló en un slogan”. El ELFLAC -para Andrea- recordó la tendencia NINI, pues exaltó la unificación del sector autónomo, no confrontó las diferencias ideológicas producto de los proyectos políticos y promovió  estrategias de conciliación y consenso. El Movimiento Rebelde del Afuera defendió sus posturas en la lista ELFLAC; su práctica reflexiva- describí en un texto post encuentro- “originó el desborde de un grupo significativo de activistas lesbianas chilenas que superpusieron la ejecución del Encuentro a los resultados en torno al fortalecimiento político lésbico feminista, desde una emocionalidad que discurseó en femenino heterosexual”. Esta impresión- que se argumenta en base a los documentos elaborados por el Movimiento Rebelde del Afuera y en especial en base a los textos de Margarita Pisano, Andrea Franulic y Susana Opazo y las respuestas que generaron en las activistas chilenas, se producen – vale decir- al finalizar un proceso de ejecución desgastante y que, por cierto, no es extraño que defendiera los esfuerzos desarrollados en pro de la realización de dicho encuentro al enfrentarse a cuestionamientos ideológicos asidos a tensiones que rondaron la participación del MRA en el mismo encuentro.
Para Freya Schneider “Las corrientes Autónoma e Institucional se refuerzan con complicidad asolapada. La primera intenta dejar muy claro que no tiene nada que ver con la segunda, sin embargo, no es así. Que los Encuentros Feministas Autónomos, se desarrollen en los mismos territorios que los Encuentros Feministas Institucionales, habla de esto y de la supeditación de la autonomía a los escenarios que delimita la institucionalidad”. Schneider llamaba en su texto “Lesbo feminismo ¿Autónomo?” a evaluar la coherencia entre el discurso y la práctica autónoma en los ámbitos íntimos, privados y públicos, pues las contradicciones que describe impiden “la discusión, la reflexión y la construcción de mejores realidades para las lesbianas”.

Angelina Marín da otro cariz a la temática y enfatiza que “Las discusiones sobre autonomía desagregan y fragmentan al movimiento que se relaciona en función de juicios de valores que surgen desde la construcción de verdades absolutas por parte de activistas que dan poco espacio a la construcción colectiva”. Para Marín “La realidad lésbica y de las mujeres en general ya es compleja en razón de compatibilizar las exigencias de la vida, que finalmente entre tanta discusión y división más desmovilizan que movilizan el activismo lesbofeminista”.

No obstante no fue la discusión sobre autonomía e institucionalidad la causa de la disolución del Bloque lésbico. Éste -conformado en su mayoría por colectivas autónomas desde las cuales surgieron activistas que conformaron La Ekipa- se fracturó por relaciones de poder que ubicaron a unas en el proceso pensante y a otras- las más nuevitas- en el trabajo de ejecución. Vale decir que estas afirmaciones surgen desde las bocas de las mismas activistas lesbofeministas. Otras acusaciones vertidas en el proceso de cierre del Bloque Lésbico chileno se centraron en la forma inadecuada de hacer política y en la violencia ejercida por unas y otras[2].
Emerge en este contexto una autonomía mal amistada, que de igual forma se opone -en discurso a lo menos- a la institucionalidad feminista. Lo indicado sugiere un entrampamiento político del feminismo.
De este modo,  la relación del lesbofeminismo con el movimiento feminista se ve complicada por su heterosexualidad y además por las categorías de oposición Autonomía/Institucionalidad en donde un significativo número de lesbofeministas se denominan como autónomas y demonizan - algunas- lo que observan como un mayoritario feminismo institucional. En este escenario – es justo indicarlo - el propio concepto de autonomía está sujeto a conflictos y tensiones internas que han desencadenado cuestionamientos  a su propia constitución  en base a la maleabilidad del nombre que se adapta a prácticas políticas que en más de una ocasión más vulneran que consolidan el contenido de dicha concepción.

Relevante en torno al VII ELFLAC es que en menos de un año algunas colectivas que no se nombraban como feministas lo hicieron como tales. Esto- me atrevo a decir- se afirmó en el proceso reflexivo  que directa o indirectamente fue prodigado por el trabajo activista lésbico que se desplegó en pos del encuentro. Si bien este tipo de procesos puede generar el cuestionamiento en torno a actuancias políticas- se especula- con grandes grados de fragilidad frente a un no acabado proceso de comprensión de lo que esta definición implica, fundamentalmente da cuenta de la posibilidad de una(s) prácticas revolucionarias que facilitan la transgresión -en primera instancia- de la tendencia a construir el amor entre dos mujeres- un espacio del todo reducido- como el elemento fundamental de la lucha política lesbiana. En este proceso los conceptos de autonomía e institucionalidad implican una práctica que se internaliza y replica – a lo menos en los discursos-en base a grupos de pares que se articulan en espacios que son asociados a estas corrientes. Con esto no se inferioriza la capacidad individual reflexiva y los conocimientos e historias que a cada una vincularán con estos enfoques. Sin embargo, tampoco se descarta la influencia de constituir grupos de pares que es especialmente relevante en los procesos de constitución de la identidad lesbiana y que explica- en cierta medida- que la conformación de los grupos sea fluctuante en torno a los ingresos y salidas de lesbianas de los mismos. Vale decir –en base a esto último- que existe en las colectivas lesbofeministas chilenas con más de tres años de actuancia grupos de base y liderezas estables.


[1] Vale indicar que una vez ocurrido el fallo de la Corte Suprema especialmente las lesbianas del Comité por la No Discriminación desarrollaron actividades de autogestión para proyectar un proceso de denuncia permanente. Es importante recordar como Trabajos y Estudios Lésbicos se mantuvo con activistas de “punto fijo” en los Tribunales de Justicia denunciando el hecho; como lesbianas de MUMS favorecieron la constitución de Las Otras Familias como grupo político y como en esta misma sede se reunían para elaborar material que ampliara la difusión de esta aberrante discriminación.
[2] Esta descripción se obtiene de las grabaciones de los procesos de moderación del cese de Bloque Lésbico y en base a las cartas públicas que circularon en torno al tema.

viernes, 13 de mayo de 2011

INFORMACIÓN SOBRE LA LEY ANTIDISCRIMINATORIA

Es importante considerar los siguientes aspectos respecto de la Ley:

1.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2009) por el caso de Karen Atala e hijas emite recomendaciones específicas a Chile, respecto del desarrollo de acciones para prevenir, erradicar y prohibir la discriminación.

2.- Chile ha suscrito declaraciones internacionales que impulsan las acciones de no discriminación por orientación sexual e identidad de género.

3.- Que en el proceso de construcción de la Ley Antidiscriminatoria la participación de la sociedad civil ha sido escasa, lo que deja sólo en intenciones, las declaraciones de construir democracia participativa.

4.- Que en la reunión convocada por la Comisión de Derechos Humanos en el Ex Congreso, año 2006, fue manifestado abiertamente que la propuesta gubernamental no representaba las exigencias de la diversidad sexual. Las indicaciones realizadas no fueron, en su mayoría, consideradas por el parlamento.

Sobre el documento actual de la ley y algunas de sus falencias

1.- Se reduce la función del Estado sólo a la acción judicial. Esto implica que al ser presentado como una única vía de acción, elimina un abordaje integral de la discriminación, lo que incluye el desarrollo de políticas, programas, campañas y  otras  acciones al respecto.

2.- No se establecen las obligaciones que corresponden a los organismos del Estado lo que no los hace responsables de elaborar acciones en el marco de la no discriminación.

3.- No se enuncian las fuentes de las acciones afirmativas que se desarrollarán en el marco de la no discriminación. Desde un enfoque pluralista que pone al centro el derecho a la diferencia no se plantean las formas y mecanismos de representación “especiales” que generaremos para abordar la discriminación y para que nuestra voz sea considerada en el diseño de acciones que promuevan, intervengan , evalúen la discriminación.

4.- Se elimina la prohibición por discriminación basada en el género de las personas. Aparte de desconocer la relación asimétrica de poder que constituye sus contenidos se elimina la posibilidad de prohibir la discriminación por identidad de género y se transgreden normativas internacionales suscritas por Chile que la incorporan, como la de ONU el 2010 y la de OEA el 2011. Lo anterior afecta especialmente a mujeres, lesbianas y travestis.

5.- La discriminación se plantea sólo para efectos de esa la ley. No se hace en el marco de una prohibición general.
 Texto elaborado por ISIG

Ley Antidiscriminatoria: Pluralismo a la medida del poder hegemónico

La tramitación de la Ley que establece medidas en contra de la discriminación o Ley Antidiscriminatoria ha tenido una larga tramitación en Chile. Desde el 2002 fecha en que se presenta al parlamento hasta el 2011 el proceso ha sido una muestra permanente de la fractura del pluralismo democrático que existe en este país.
A continuación algunos argumentos que sustentan lo anterior:
1.- La ley se presenta con 55 artículos; el presidente Ricardo Lagos devuelve un proyecto de 08 artículos.
2.- Las estrategias de los grupos fundamentalistas se basaron en tildarla como ley homosexual, lo que habla de la construcción de la diversidad sexual como enemigo, a la vez que inferioriza el derecho a la diferencia de otros grupos minoritarios. Ambas situación significan exclusión.
3.- Las voces de la diversidad no están incorporadas. Estas sólo fueron convocadas en junio del año 2006 y las indicaciones que realizaron a la ley no fueron consideradas. Por lo anterior el pluralismo de la ley lejos está de representar un consenso democrático, pues ni siquiera ha permitido el desarrollo del conflicto.
4.- Algunas organizaciones LTGB se arrogan el liderazgo de haber construido y movilizado la ley. Compleja situación, en el marco de los puntos que se describen, pues la incidencia política se ha transformado en subordinación, sobre todo, porque en gobierno de Piñera se intenta:
·         Eliminar la prohibición de discriminación por género
·         Se reduce la función estatal a lo meramente judicial, o sea los aspectos preventivos, entre otros, no son parte de esta Ley lo que siempre fue un sentido de la misma
·         No se plantean acciones afirmativas, lo que es contradictorio con un enfoque pluralista cultural
·         Se plantea sólo para efectos de la ley, o sea, no se hace en el marco de una prohibición general

El pluralismo de este modo está hecho a la medida del poder hegemónico

domingo, 1 de mayo de 2011

I.- Inicios del Movimiento Lésbico: Tensiones con el heterocentrismo.

SELECCION DE TEXTO. ESTE ABORDA SOLO UNA ETAPA DE LO QUE SE DENOMINA MOVIMIENTO LËSBICO. SE ASUMEN LOS SESGOS DEL ESPACIO Y DE LA AUTORA. LA TRANSCRIPCIÓN DE LETRAS EN TAMAÑOS Y COLORES DESORDENADOS, ES SÓLO UN ERROR DE ESTE INSTRUMENTO QUE ESPERAMOS RESOLVER.

El surgimiento del movimiento lésbico se remite -simbólicamente- al asesinato de Mónica Briones, pero políticamente al feminismo incipiente que gestó la participación de algunas lesbianas en el II Encuentro Feminista en LAC. Allí se articuló un espacio no contemplado que reunió a más de 400 lesbianas y heterosexuales definidas y no como tales, pero todas feministas, para analizar esta conjunción que intentó en voz de Cecilia Riquelme “…Hacer real la diversidad plural del feminismo (…)”. Dicho encuentro y el asesinato lesbofóbico de Mónica trazan el nacimiento del Colectivo lésbico feminista Ayuquelén en 1984.

Ayuquelén funcionó en un espacio facilitado por La Morada lo que fue mencionado en una entrevista otorgada a revista APSI en 1987. Era la primera vez que se hablaba pública y políticamente de lesbianismo en Chile lo que inquietó a la fundación. En palabras de Riquelme “…Había muchas hétero-feministas que no querían ni saber de las lesbianas. En muchos encuentros feministas fuimos ignoradas del “menú”, incluso hay un montón de lesbianas que son parte del movimiento feminista pero que nunca lo asumieron políticamente (…) se reunió toda la plana mayor y lo primero que dijeron fue “¿A quién le pidieron permiso para dar una entrevista en La Morada?”. Y nosotras quedamos como “Ah, ¿entonces teníamos que pedir permiso? Descalificaron todo, y desconocieron algo que era lo más importante para nosotras: la visibilidad”.
La versión de Margarita Pisano- citada como quien extendió la invitación para  que se reunieran en el lugar- enfatiza que la actuancia de las Ayuque- en ese momento- ponía en riesgo la seguridad de un espacio que estaba en el ojo de la dictadura. Esta postura se refuerza a través de  la carta enviada por La Morada a la Revista APSI  que indicaba que “Ayuquelén es uno de los tantos grupos que se reúnen en su local, que las entrevistadas dieron al tema un tratamiento superficial y sensacionalista que sólo contribuye a reforzar los prejuicios existentes y que debieron prevenir las posibles represalias que la entrevista pudiera ocasionar a La Morada”.
Por un lado- lo indicado a la fecha- establece la relación de alianza natural del feminismo con el lesbianismo, en tanto, en ese momento no existió otro lugar político que les concediera un espacio de reunión, siendo Pisano- aún parte de La Morada- la que abre espacios a Ayuquelén. Por otro lado facilita lecturas que aluden a un feminismo “heterosexista”, descrito por Norma Mogrovejo en “Un amor que se atrevió a decir su nombre: La lucha de las lesbianas y su relación con los movimientos homosexual y feminista en América Latina”. Mogrovejo asume este pedazo de la historia del activismo lésbico feminista como una conducta recurrente en LAC basada en el miedo y la lesbofobia de los grupos feministas. Para el caso específico chileno- en base a que la historia se comprende en contexto- hago el alcance en torno a que no se puede obviar del análisis las implicancias de la dictadura que se vivía en el país en donde el movimiento feminista y de mujeres se establecieron como flanco de resistencia permanente. Lo anterior, por cierto, que no deja de lado la valiente exposición pública de estas activistas lesbianas que enfrentaron la dictadura militar y que pese al resguardo de sus nombres que se hizo en la entrevista, podrían haber sido objeto de su abismante violencia en condiciones que las desfavorecían del todo.
Para Beatriz Gimeno  la homosexualidad y heterosexualidad no son equivalentes son regímenes que cumplen distintas funciones sociales. “La heterosexualidad, el régimen regulador por excelencia, no es la manera natural de vivir la sexualidad, sino que es una herramienta política y social con una función muy concreta que las feministas denunciaron hace décadas: subordinar las mujeres a los hombres”. Siguiendo esta línea se puede establecer que el feminismo tendrá comportamientos que difieren al sustentarse en las prácticas lésbicas u héteros de quienes lo profesen como ideología, lo que se expresa en este relato fundacional de la relación feminismo/lesbofeminismo.  

Una vía de análisis -no descartable en torno a sus contraposiciones- podría estar dada también en la juventud del movimiento lesbofeminista. Dicha juventud exacerba posiciones que ubicarán en lugares opuestos los conocimientos y las prácticas que como feministas desarrollan aquellas que poseen más experiencia y las que recién ingresan al feminismo. La madurez del lesbofeminismo sería de este modo un escenario interpelado simbólicamente por la experiencia del feminismo liderado por heterosexuales.

Susana Peña en el 2007 describe una asolapada evaluación de los conocimientos de Ayuquelén por parte de las feministas con más experiencia: “Las feministas en ese momento nos preguntaban por los marcos teóricos que manejábamos y yo lo único que conocía – exagerando- eran los marcos de los cuadros que pintaba. Nosotras nos formábamos; nuestra convicción era que las lesbianas se acercaran al feminismo”[1]. Desde la Su se establece que el feminismo era base de la conciencia lesbiana que Ayuquelén promovía; sin embargo, lo que podría haber sido fuente de fortalecimiento era fuente de interferencia a través de  velados alcances de una rigurosidad teórica feminista que a la vez y en la práctica no las incluía y que facilitaba- hago toma de posición- la inferiorización de la identidad  y práctica política lesbiana de las Ayuque.
La ruptura entre Ayuquelén y Fundación La Morada fue inicio de un proceso político que aún no supera las diferenciaciones identitarias y las exigencias políticas que desde allí emanan. Erica Montecinos sintetiza algo de lo que describo en una entrevista a Feministas Tramando “(…) Las lesbianas apoyaron cada una de las demandas de las feministas, pero cuando exigieron que sus demandas  fueran incluidas en los petitorios se vio que no habían roto con los prejuicios instalados por el heteropatriarcado y haciendo caso a su ego imagen, tampoco querían que se vinculara más el feminismo con el lesbianismo. Fue así, como las mismas lesbianas comenzaron entonces a alejarse de las feministas y a comprender que tenían que armar una lucha propia, sin alejarse, claro está de las bases del feminismo”.

A modo de resumen: En 1984 surge la Colectiva Lesbo feminista Ayuquelén;  en 1987 se realiza el I Encuentro Lesbofeminista en México. En ambos momentos la relación e influencia del feminismo “heterosexual” a la práctica lesbofeminista fue significativa. Para ello basta sólo considerar el espacio de reunión brindado por La Morada y la misma participación en los Encuentros Feministas que facilitaron la articulación de las lesbianas no sólo en Chile si no en toda LAC. En 1994 se conforma la Coordinadora Lésbica que participó de modo permanente en la organización del Encuentro Feminista que se realizaría en Cartagena en 1996[2]. Pese a lo indicado la articulación, alianza y/o conjunción política entre lesbianas y hétero feministas no logró consolidarse.
El 08 de marzo de 2006 asumía Michelle Bachelet como Presidenta de Chile. Ese mismo día el lesbofeminismo local y otras lesbianas no asumidas como feministas organizaban una actividad de autogestión que apoyaría la realización del VII Encuentro Lésbico Feminista en nuestro país. Lo que se propuso en el 2004 por varias activistas lésbicas -en donde un referente importante fue el desarrollado por aquellas que pertenecían a Trabajos y Estudios Lésbicos, T.E.L-  sería una realidad en el verano del 2007.
Vicky Quevedo, en medio del desborde emotivo que en muchas causó la elección de Bachelet afirmaba - desde el  escenario instalado en la Alameda- que las lesbianas de MUMS estaban allí. “Derechos de humanas; Derechos de lesbianas”- decía el lienzo que se confundía con la performance de los grupos de anarkas feministas. De manera distinta ambos grupos- las lesbianas y las anarkas- recordaban encender los estados de alerta. Una cantidad significativa de activistas lesbofeministas no estaban en esa manifestación. Agrupadas en la marcha feminista autónoma -que se realizaba en otro punto de Santiago- se preparaban al igual que las lesbianas de MUMS de aquella época, para el evento nocturno cuyo objetivo- ya mencionado- era recaudar fondos para el VII ELFLAC.
Las feministas- asociadas a la institucionalidad- que celebraban la elección de Bachelet ese 08 de marzo no estuvieron en La Habana Vieja lugar en donde las lesbo feministas desarrollaron la actividad de autogestión. Si había feministas autodenominadas y/o asociadas a la corriente autónoma. La tensión autonomía v/s institucionalidad feminista emerge con claridad y se manifiesta en la vinculación con el lesbofeminismo y también en su interior.
[1] Transcripción intervenciones desarrolladas en Foro: “La figura y la política lesbiana a través de la historia” organizado en MUMS por Toli Hernández y Freya Schneider. La mesa se abrió con Yuderkis Espinoza y se cerró con la presencia de las representantes de la colectiva lesbofeminista Las Moiras y la Colectiva lesbomuro activista Las Perlitas.
[2] La Coordinadora Lésbica participó del proceso de organización del Encuentro Feminista de 1996.

ISIG en contra de la violencia trans

La acción de ISIG se centra en lesbianas. Pensarlas, sistematizar su historia, construir conocimientos son  algunos de los focos de su acción. No obstante, ISIG también acompaña, asesora, produce material solicitado por distintos grupos, en donde se enfatiza la acción de colaboración a grupos y personas trans.
Esta semana ISIG acompañó a la líder porteña Zuliana Araya a una reunión con el fiscal Nacional Sabas Chahuán. El objetivo de esta reunión era generar acuerdos respecto de acciones que aseguren la disminución de la violencia que afecta a personas trans en todo el país.
Zuliana Araya, Presidenta del Sindicato Afrodita de Valparaíso, detalló las prácticas violentas con la cuales sociedad civil e instancias policiales agrede a personas trans. El fiscal se comprometió a enviar un oficio que establezca la especial atención que a nivel nacional cada Fiscalía debe poner en torno a la investigación de estos casos.

viernes, 15 de abril de 2011

FORO PAREJAS EN CONFLICTO

Las profesionales del área de Orientación Familiar se contactaron con ISIG para generar su participación en un Foro sobre parejas centrada en la temática lésbica.

En la actividad ISIG otorgó indicaciones respecto de la atención -que en lo ideal -se debe otorgar a lesbianas enfatizando la reflexión sobre los prejuicios y presupuesto sexuales que circulan alrededor, procesos de heteronormatividad, entre otros.

La actividad fue organizada por Orienta Sol como una apuesta abrir el debate de los profesionales en esta área y fortalecer sus intervenciones.

Orienta Sol se ubica en Londres 72 oficina Nº 3. La consulta aborda diversas temáticas de conflictos familiares - de parejas, hijas, madres, etc- desde un enfoque que enfatiza la no discriminación por orientación sexual,  tipo de familia entre otros.

miércoles, 30 de marzo de 2011

LAGOS; KARADIMA...¡TIEMBLA LA IGLESIA!

Las palabras de la activista feminista chilena Adriana Gómez: ¡Tiembla la Iglesia! movilizaron nuestras ganas a darle una vueltecita -a la rápida, pero no descomprometidamente- al último escándalo religioso de la Iglesia chilena.

1.- Como lesbianas no nos podemos abstraer de esta situación, pues la Iglesia es un agente social de poder que ha influido y afectado negativamente la vida de millones de mujeres, lesbianas y bisexuales en el mundo.
La Iglesia se ha constituido a lo largo de la historia en una de las principales fuentes de violencia de quienes simplemente no piensan como ella. Estos casos  evidencian la reproducción de sus lógicas patriarcales, a través de circuitos de poder vedados para la gente "común y corriente" como una lesbiana, una pobre, una mujer 1.

1.- En el caso Karadima una familia muy poderosa- los Matte- pidieron hablar con el fiscal a cargo sobre el caso, éste accedió sin problema. ¿Ocurrirá lo mismo con un asesinato lésbico?

2.- Desde la conquista española que la Iglesia se interpuso en la libertad. Lo haría a través del "pecado nefando" y de los tribunales de inquisición que operaron en toda América castigándolo. Sus imposiciones inventaron una sexualidad americana heterosexual y reproductiva en matrimonio. Los lenguajes y distintos soportes para exacerbar las diferencias con las personas indígenas, erradicaron al margen el sexo entre personas de un mismo sexo o prácticas que en la actualidad se han rotulado como abortivas. Esta erradicación, se llevó a cabo a través de la violencia psicológica, física y la muerte. La iglesia estratégicamente utilizó códigos indígenas para infiltrarse en sus idearios. La organización de la ciudad, la obligatoriedad de la misa, la destrucción de sus registros culturales, son ejemplos someros de lo indicado.

2.- Autoras como Ana Mariella Bacigalupo han registrado datos al respecto en sus trabajos sobre sexualidad indígena

3.- En el siglo XIX se supuso la neutralidad del Estado y el respeto por los derechos y autonomía individuales, sin embargo, la Iglesia coludida con la élites siempre religiosas, lograron neutralizar la embestida liberal racionalista. En base a sus circuitos de influencia  hicieron imposible pensar que la llamada "homosexualidad"- (en ese tiempo se construye ese nombre para designar a las personas que aman a personas de su mismo sexo, desde el tránsito de la persona sodomita a la persona homosexual)-no fuese castigada con cárcel y no fuese tratada de antinatura y de pecado frente a los ojos de su Dios. Esta misma lógica opera en sus actuales afirmaciones sobre el VIH, sobre el aborto. Sobre esto claro que opina, los casos de pedofilia, no merecen su atención. Quedó claro en la conducta que autoridades eclesiásticas y seguidoras/es han manifestado al respecto.

3.- Los trabajos de Focault y diversos abstract que circulan en Internet sobre la construcción de la homosexualidad en LAC profundizan en la información al respecto

4.- La Iglesia se sostiene en profundas contradicciones justificadas en función de "bienes superiores". Estos como tales, están por sobre los derechos de las personas. Karadima recibió el sólido apoyo de un círculo de hierro entre los que se contaba el cardenal Arzobispo de Santiago Francisco Javier Errázuriz y de la familia Matte, una de las más ricas del país. Esto último, sólo concluyó cuando el Vaticano -lo que podría haber sido considerado un milagro si no existieran tantos casos similares que les exigen mejorar su imagen corporativa- determinó la culpabilidad de Karadima. Lagos ha recibido el apoyo de varios personajes del mismo círculo y espera en un Convento en Alemania el desenlace de su historia en donde dos novicias aparentemente abusadas se encuentran involucradas.

4.- Como agente de poder sus actuancias responden a niveles de dominación. Lagos y Karadima pertenecen a la Iglesia. Ver que ocurre con ella será interesante desde la perspectiva de subordinación que como mujer ocupa en esta instancia.

5.- Estos casos demuestran que la Iglesia es una institucuión impresentable, pues la moral que propugna a sus creyentes, se transforma en el patrimonio intangiblle que moviliza violencias a través de la exacerbación de la diferencia de clase, sexual, de género. El discurso de la Iglesia hipoteca los derechos que tenemos a decidir en base a la reificación de la moral católica. El punto es que esto es irracional, pues los idearios que la sostienen no se apoya en evidencia empírica, ni en la ciencia, ni en nada, que no haya sido construido en función de un poderoso capital restringido, que les aleja del resto y que no admite- cual dictadura- cuestionamientos que les modifiquen. Es incréible cómo las personas que han ido siendo relacionadas con el caso apelan al silencio- sobre todo en el caso de Lagos ahora- para resguardar la dignidad de las personas. La Iglesia- que nosotras recordemos- nunca se manifestó públicamente por la dignidad de quienes han sido afectadas/os en estos dos casos. Lo indicado es notoriamente contradictorio, pues la justicia- los datos lo indican- se contrapone al bien superior de la Iglesia.

¿Alguien puede pensar a estas alturas que la Iglesia Católica no tiene sexualidad?. Pues claro que tiene. El  problema es que se ha constituido en base a la represión del deseo. En estos casos -en donde el abuso de poder, se produce en espacios íntimos, exacerbados quizás por las confesiones culposas de niñas y niños que son enfrentados por sus padres desde pequeñas/os a la imposición eclesiástica de la misa y la confesión- para ser positivas- surge a lo menos una esperanza relacionada con la modificación de los escenarios de impunidad que la valentía de algunas y algunos propician.

ABUSOS SEXUALES EN LAS URSULINAS

A propósito de una conversación escuchada en Transantiago (Nombre de servicio de transporte chileno)...

Un proceso de investigación sobre presuntos abusos sexuales cometidos por Paula Lagos -superiora del Las Ursulinas de Maipú en Chile- está a cargo de una fiscal experta en delitos sexuales.Las acusaciones fueron realizadas por una mujer de 40 años, que a los 12 habría sido objeto de los apremios ilegítimos por la aludida "(...) Me tocaba debajo de los calzones cuando tenía 12 años". LUN 31 de marzo pag.2.
En un bus una pareja comentaba el caso, una de sus afirmaciones -que fue la que llamó nuestra atención- es la que planteaba que la monja es lesbiana. Paramos la mano en ese momento y nos metimos en la conversa, pues nos pareció absolutamente necesario:
"Esa monja no es lesbiana; las lesbianas amamos a las mujeres. Esa monja está enferma. Las lesbianas no padecen de ninguna enfermedad mental. Si les sirve- agregamos- el lesbianimo, osea la homosexualidad (que es el nombre que ha patologizado nuestros deseos y placer...eso no lo dijimos) dejó de ser considerada como una enfermedad mental por la comunidad científica en la década de los '70". La pareja nos miró entre incrédula, asustada y sorprendida.
Se nos quedó dando vueltas este caso, en relación a cómo, en especial la Iglesia ha colaborado, con la construcción de la lesbiana como una perversa y la ciencia no ha sido enfática para indicar que no existe relación entre lesbianas y este tipo de acciones. Se entiende, en todo caso, que estas instancias jamás reconocerán que las lesbianas somos potencia transformadora. Sí remamos pa' otro lado, nuestra identidad tortillera rebelde se pierde y queda  esa idea fláccida de que las lesbianas sólo somos en razón de la práctica sexual con otras lesbianas, para el caso de Paula Lagos, independiente de la edad que tenga esa otra.
(Vale decir que en Chile el consentimiento sexual es a los 14 años, si bien hay gente que plantea que dicho corte varía de persona a persona, lo que enfatizamos de este caso, es que no hubo consentimiento, sólo hubo abuso de poder).
Nos quedamos pegadas en ese tema y en cómo, los medios de comunicación representan a las lesbianas como personas enfermas y eso definitivamente no es lo que somos. Pese a esto, esos discursos comunicacionales de odio asolapado nos juegan muy en contra.
Hace unas semanas en la portada de "La cuarta" una noticia sobre los alcances que el SENAME le había hecho a una teleserie que aborda la temática pedofilia nos dejó pa' dentro, pues una de las indicaciones  establecía que el culpable en esa comedia "no tenía que ser necesariamente un homosexual". Cualquier persona piensa ¡claro las personas heterosexuales también abusan de menores de edad!, sin embargo, el problema es que en esa afirmación lo que se decía entre líneas, es que las personas homosexuales son todas pedofílicas. El "necesariamente" es la claúsula de afirmación que construye esta realidad que facilita la justificación de la violencia que nos afecta. En estos se sostiene la equivocadísima afirmación de esa pareja, que esperamos no vuelva a decir tamaña tontera.

lunes, 28 de marzo de 2011

SEXUALIDAD y RAZA

Cuando hablamos de lesbianas, de la potencia revolucionaria que late en nuestras prácticas, se nos ha quedado dando vueltas esto de que lo que somos no sería posible sin la historia que nos antecede. Por eso decidimos rescatar algunos recortes y fragmentos - los modificamos  también- de algunos trabajos que hizo TE.HACHE sobre SEXUALIDAD y RAZA en la etapa colonial. Cada una que lo disfrute o aproveche como quiera. Lo único que está claro es que esta es una larga historia y la alimentamos con estos datos que explican en gran medida algunos por qué de las prácticas y discursos de odio que afectan a lesbianas. Ahora sólo revisaremos unos poquitos con el afán de enfatizar que existe una respuesta  “blanca”(españoles) a un tipo de organización “no blanca”(indígenas) que dirige el tránsito desde la diversidad de sexualidades americanas a aquellas reguladas por la moral cristiana conquistadora. 

1.- Las definiciones  desarrolladas por el conquistador no sólo inferiorizan a la indígena naturalizando clasificaciones que la ubican en ubicación de menoscabo social; sino que a todas aquellas construcciones que no son correspondientes con el universalismo de su pensamiento. La ciencia moral “pedía un argumento más apremiante moralmente para el comportamiento aparentemente antinatural que parecía caracterizar a las culturas de tantos pueblos amerindios[1]. Lo anterior facilitó una relación conflictiva entre sexualidad indígena y el nuevo patrón de poder de vocación mundial (el conquistador).
[1] Edmundo O’Gormann: “La invención de América”. Fondo Cultura Económica.1986

2.- En tiempos de colonización y conquista, en España, hubo debates que ubicaron la sexualidad en el centro de la “ofensiva moral y teológica contra los pecados de la carne que fue intensificándose a medida que avanzaba el siglo XVI”[1]. La discusión -que enunció la importancia de la religión y la moralidad en la sociedad hispana- enfatizó el carácter de pecado de la fornicación. Ésta lo era cuando no tenía fin reproductivo, ya que se le consideró “una forma de injuria y, por lo tanto, un pecado mortal que excluía al pecador del Reino de Dios”[2]. La fornicación simple refería la unión entre un hombre y una mujer que no causaba daño a una tercera persona, no obstante era pecado, pues iba en contra del orden natural matrimonial asegurador de la educación de la progenie. La calificada incluía adulterio, incesto, estupro, rapto y relaciones sodomíticas.
[1] Stuart B.Schuartz “Pecar en las colonias. Mentalidades populares, Inquisición y actitudes hacia la fornicación simple en España, Portugal y las colonias americanas”. Cuadernos de historia moderna Nº 18 , servicio de publicaciones. Yale University - Universidad complutense. Madrid, 1997.
[2] Ibid pp. Nº 157

 3.- Diversas prácticas sexuales que diferían de la matriz cultural judeo/cristiana alertan su moral que las transforman en una problemática a corregir. La desnudez, la honra, la virginidad, el incesto, la poligamia, la homosexualidad afirman la necesidad de la evangelización. Al iniciarse la conquista y colonización de América, a las personas indígenas se les consideró salvajes y les fueron atribuidos pecados capitales, entre estos el paganismo y el sodomismo[1], referenciado en supuestas estructuras biológicas diferenciales entre éstos y los conquistadores. La matriz cultural española racializó la sexualidad, lo que colaboró con la construcción de un otro inferiorizado a través de un aspecto físico que fue relacionado con lo mujeril: “su desnudez, su cabello largo y su escasez de vello y barba, a lo que se contrapuso la imagen del español varonil, barbado y vestido, como símbolos de su dominio “natural” y su civilización[2]. Esta relación reforzaba una representación de los conquistadores, equiparada con lo masculino, y de los conquistados semejantes a lo femenino, lo que no puede ser comprendida sino dentro de la cultura católica vigente que gestaba jerarquías sociales en base al sexo biológico[3].  Las diferencias entre quienes conquistaban y quienes eran objeto de conquista es reforzada por la implementación de una política corporal (racismo), cuyo pigmento (no blanco) es asociado a unas prácticas sexuales que amenazaban la estabilidad moral hispana. Así se gesta un proceso de construcción de diferencias que valida un sólo modelo cultural aceptable- el occidental- basado en la introyección de los valores hispanos en las personas sujetas indígenas.
[1] Francisco Berroa:”Los indios y el pecado nefando”. Instituto de Historia de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, 2010.
[2] Fernando Zarco: Masculinidad y Homoerotismo desde el pensamiento decolonial. Universidad Autónoma de Barcelona, 2009.
[3] Esto es abordado por  Jaime Collyer en su último libro “Pecar como Dios Manda”. Catalonia, Santiago 2010, cuando se refiere al rechazo del mapuche al vello corporal, lo que puede resultar ser un dato anecdótico se entrelaza con que la poligamia para ellos era una práctica común y cada hombre tenía cuantas mujeres pudiera financiar. En ese contexto describe la crónica de Alfonso González de Nájera en donde un indígena cuestiona solapadamente el poder imperial al enterarse que el rey de España sólo tenía una mujer. El autor plantea que el choque de dos visiones en nuestro país- polígama/hedonista mapuche y monógama/puritana española facilitó una guerra cruel y despiadada. Este no es un tema que se plantea en este trabajo, sin embargo, abre otras vías de reflexión, en torno, por ejemplo a su pervivencia y relación con las estrictas políticas de sexualidad que rigen en nuestro país.
 4.- Lo anterior exterioriza el horror de la conquista, expresada con radicalidad frente al “pecado nefando” de la sodomía -reprimida judicialmente en España por la Inquisición aragonesa, dada las convergencias teológicas que la calificaron como un comportamiento con contenido herético[1]- y sostiene el fortalecimiento de los contenidos otorgados a la idea de raza a través de  la interpretación hispana de la sexualidad indígena, lo que explica casos como los datados por Serge Gruzinski, en su texto “Las Cenizas del Deseo”. Allí analiza el caso de 14 personas ejecutadas durante el México virreinal por ser sodomitas[2], hecho que sintetiza la contraposición cultural entre ideario sexual conquistador e indígena lo que fue registrado en diversas crónicas de la época.
[1] Fernanda Molina: La herejización de la sodomía en la sociedad moderna, consideraciones teológicas y praxis inquisitorial. Instituto de Historia Argentina y americana Dr. Emilio Ravignani. Buenos Aires , 2009
[2] Gruzinski, Serge. “Las cenizas del deseo. Homosexuales novohispanos a mediados del siglo XVII” en Ortega, Sergio. De la Sanidad a la perversión o de por qué no se cumplía la ley de Dios en la sociedad novohispana (pp.255-290). México: Grijalbo, 1986.

6.- Paula Gunn Allen realiza aportes significativos respecto de cómo los sistemas ginocráticos, son reemplazados por los sistemas atribuidos a la dominación masculina:
El reemplazo de la primacía creadora femenina por la masculina; la destrucción de las instituciones de gobierno tribal y las filosofías en las que están fundadas facilitan  la expulsión de sus tierras, la privación de su sustento económico, y la obligatoriedad de disminuir o abandonar todo emprendimiento del que dependen su subsistencia, filosofía y sistema ritual. Así se transforman en dependientes de las instituciones blancas lo que les exige para sobrevivir la implantación del modelo masculino de organización[1].
[1] Paula Gunn Allen: The Sacred Hoop. Recovering the Feminine in American Indian Traditions. Boston, Beacon Press, 1992. Traducción de Freya Schneider.