miércoles, 30 de marzo de 2011

LAGOS; KARADIMA...¡TIEMBLA LA IGLESIA!

Las palabras de la activista feminista chilena Adriana Gómez: ¡Tiembla la Iglesia! movilizaron nuestras ganas a darle una vueltecita -a la rápida, pero no descomprometidamente- al último escándalo religioso de la Iglesia chilena.

1.- Como lesbianas no nos podemos abstraer de esta situación, pues la Iglesia es un agente social de poder que ha influido y afectado negativamente la vida de millones de mujeres, lesbianas y bisexuales en el mundo.
La Iglesia se ha constituido a lo largo de la historia en una de las principales fuentes de violencia de quienes simplemente no piensan como ella. Estos casos  evidencian la reproducción de sus lógicas patriarcales, a través de circuitos de poder vedados para la gente "común y corriente" como una lesbiana, una pobre, una mujer 1.

1.- En el caso Karadima una familia muy poderosa- los Matte- pidieron hablar con el fiscal a cargo sobre el caso, éste accedió sin problema. ¿Ocurrirá lo mismo con un asesinato lésbico?

2.- Desde la conquista española que la Iglesia se interpuso en la libertad. Lo haría a través del "pecado nefando" y de los tribunales de inquisición que operaron en toda América castigándolo. Sus imposiciones inventaron una sexualidad americana heterosexual y reproductiva en matrimonio. Los lenguajes y distintos soportes para exacerbar las diferencias con las personas indígenas, erradicaron al margen el sexo entre personas de un mismo sexo o prácticas que en la actualidad se han rotulado como abortivas. Esta erradicación, se llevó a cabo a través de la violencia psicológica, física y la muerte. La iglesia estratégicamente utilizó códigos indígenas para infiltrarse en sus idearios. La organización de la ciudad, la obligatoriedad de la misa, la destrucción de sus registros culturales, son ejemplos someros de lo indicado.

2.- Autoras como Ana Mariella Bacigalupo han registrado datos al respecto en sus trabajos sobre sexualidad indígena

3.- En el siglo XIX se supuso la neutralidad del Estado y el respeto por los derechos y autonomía individuales, sin embargo, la Iglesia coludida con la élites siempre religiosas, lograron neutralizar la embestida liberal racionalista. En base a sus circuitos de influencia  hicieron imposible pensar que la llamada "homosexualidad"- (en ese tiempo se construye ese nombre para designar a las personas que aman a personas de su mismo sexo, desde el tránsito de la persona sodomita a la persona homosexual)-no fuese castigada con cárcel y no fuese tratada de antinatura y de pecado frente a los ojos de su Dios. Esta misma lógica opera en sus actuales afirmaciones sobre el VIH, sobre el aborto. Sobre esto claro que opina, los casos de pedofilia, no merecen su atención. Quedó claro en la conducta que autoridades eclesiásticas y seguidoras/es han manifestado al respecto.

3.- Los trabajos de Focault y diversos abstract que circulan en Internet sobre la construcción de la homosexualidad en LAC profundizan en la información al respecto

4.- La Iglesia se sostiene en profundas contradicciones justificadas en función de "bienes superiores". Estos como tales, están por sobre los derechos de las personas. Karadima recibió el sólido apoyo de un círculo de hierro entre los que se contaba el cardenal Arzobispo de Santiago Francisco Javier Errázuriz y de la familia Matte, una de las más ricas del país. Esto último, sólo concluyó cuando el Vaticano -lo que podría haber sido considerado un milagro si no existieran tantos casos similares que les exigen mejorar su imagen corporativa- determinó la culpabilidad de Karadima. Lagos ha recibido el apoyo de varios personajes del mismo círculo y espera en un Convento en Alemania el desenlace de su historia en donde dos novicias aparentemente abusadas se encuentran involucradas.

4.- Como agente de poder sus actuancias responden a niveles de dominación. Lagos y Karadima pertenecen a la Iglesia. Ver que ocurre con ella será interesante desde la perspectiva de subordinación que como mujer ocupa en esta instancia.

5.- Estos casos demuestran que la Iglesia es una institucuión impresentable, pues la moral que propugna a sus creyentes, se transforma en el patrimonio intangiblle que moviliza violencias a través de la exacerbación de la diferencia de clase, sexual, de género. El discurso de la Iglesia hipoteca los derechos que tenemos a decidir en base a la reificación de la moral católica. El punto es que esto es irracional, pues los idearios que la sostienen no se apoya en evidencia empírica, ni en la ciencia, ni en nada, que no haya sido construido en función de un poderoso capital restringido, que les aleja del resto y que no admite- cual dictadura- cuestionamientos que les modifiquen. Es incréible cómo las personas que han ido siendo relacionadas con el caso apelan al silencio- sobre todo en el caso de Lagos ahora- para resguardar la dignidad de las personas. La Iglesia- que nosotras recordemos- nunca se manifestó públicamente por la dignidad de quienes han sido afectadas/os en estos dos casos. Lo indicado es notoriamente contradictorio, pues la justicia- los datos lo indican- se contrapone al bien superior de la Iglesia.

¿Alguien puede pensar a estas alturas que la Iglesia Católica no tiene sexualidad?. Pues claro que tiene. El  problema es que se ha constituido en base a la represión del deseo. En estos casos -en donde el abuso de poder, se produce en espacios íntimos, exacerbados quizás por las confesiones culposas de niñas y niños que son enfrentados por sus padres desde pequeñas/os a la imposición eclesiástica de la misa y la confesión- para ser positivas- surge a lo menos una esperanza relacionada con la modificación de los escenarios de impunidad que la valentía de algunas y algunos propician.

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