miércoles, 30 de marzo de 2011

ABUSOS SEXUALES EN LAS URSULINAS

A propósito de una conversación escuchada en Transantiago (Nombre de servicio de transporte chileno)...

Un proceso de investigación sobre presuntos abusos sexuales cometidos por Paula Lagos -superiora del Las Ursulinas de Maipú en Chile- está a cargo de una fiscal experta en delitos sexuales.Las acusaciones fueron realizadas por una mujer de 40 años, que a los 12 habría sido objeto de los apremios ilegítimos por la aludida "(...) Me tocaba debajo de los calzones cuando tenía 12 años". LUN 31 de marzo pag.2.
En un bus una pareja comentaba el caso, una de sus afirmaciones -que fue la que llamó nuestra atención- es la que planteaba que la monja es lesbiana. Paramos la mano en ese momento y nos metimos en la conversa, pues nos pareció absolutamente necesario:
"Esa monja no es lesbiana; las lesbianas amamos a las mujeres. Esa monja está enferma. Las lesbianas no padecen de ninguna enfermedad mental. Si les sirve- agregamos- el lesbianimo, osea la homosexualidad (que es el nombre que ha patologizado nuestros deseos y placer...eso no lo dijimos) dejó de ser considerada como una enfermedad mental por la comunidad científica en la década de los '70". La pareja nos miró entre incrédula, asustada y sorprendida.
Se nos quedó dando vueltas este caso, en relación a cómo, en especial la Iglesia ha colaborado, con la construcción de la lesbiana como una perversa y la ciencia no ha sido enfática para indicar que no existe relación entre lesbianas y este tipo de acciones. Se entiende, en todo caso, que estas instancias jamás reconocerán que las lesbianas somos potencia transformadora. Sí remamos pa' otro lado, nuestra identidad tortillera rebelde se pierde y queda  esa idea fláccida de que las lesbianas sólo somos en razón de la práctica sexual con otras lesbianas, para el caso de Paula Lagos, independiente de la edad que tenga esa otra.
(Vale decir que en Chile el consentimiento sexual es a los 14 años, si bien hay gente que plantea que dicho corte varía de persona a persona, lo que enfatizamos de este caso, es que no hubo consentimiento, sólo hubo abuso de poder).
Nos quedamos pegadas en ese tema y en cómo, los medios de comunicación representan a las lesbianas como personas enfermas y eso definitivamente no es lo que somos. Pese a esto, esos discursos comunicacionales de odio asolapado nos juegan muy en contra.
Hace unas semanas en la portada de "La cuarta" una noticia sobre los alcances que el SENAME le había hecho a una teleserie que aborda la temática pedofilia nos dejó pa' dentro, pues una de las indicaciones  establecía que el culpable en esa comedia "no tenía que ser necesariamente un homosexual". Cualquier persona piensa ¡claro las personas heterosexuales también abusan de menores de edad!, sin embargo, el problema es que en esa afirmación lo que se decía entre líneas, es que las personas homosexuales son todas pedofílicas. El "necesariamente" es la claúsula de afirmación que construye esta realidad que facilita la justificación de la violencia que nos afecta. En estos se sostiene la equivocadísima afirmación de esa pareja, que esperamos no vuelva a decir tamaña tontera.

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